
El tiempo es hoy

La buena noticia de Jesús expresada en los evangelios, nos enseña que hoy es el tiempo de tomar decisiones importantes en nuestras vidas.
Es el tiempo propicio de Dios, es decir, es el momento de transformar nuestra propia historia, de agarrar el toro por los cachos, enfrentando nuestros propios miedos e inseguridades; el ayer ya pasó, no permitamos que el pasado sea nuestro verdugo, no podemos retroceder en el tiempo pero sí podemos empezar de nuevo, tenemos el hoy frente a nosotros un mundo esperando a ser conquistado, con sorpresas y gigantes buscando nuestra caída, pero también, con la gracia de Dios acompañándonos en cada momento de nuestra vida, susurrándonos al oído: ánimo amigo mío no seas cobarde todavía tenemos un largo camino por recorrer, y si no, fijémonos muy bien en el camino al calvario, ¿Cuántas veces cayó Jesús? En su vida hubo muchas tormentas, pues no se trata de cuántas veces hallas caído, sino, con la berraquera como te levantas y cuanto estés dispuesto a abrazar tu propia Cruz con amor, como diría San Pablo: ´´Cuando soy débil soy fuerte, porque es la gracia de Dios en mí´´, de la misma manera san Juan Eudes nos va a decir: ´´El abismo de mis miserias atrajo el abismo de la misericordia de Dios´´, por eso, si hoy Jesús te preguntara ¿Cuál es tu punto de quiebre más fuerte? traeríamos al presente el antes y el después de aquel momento cuando creíamos que todo estaba perdido y ya no había nada qué hacer, pero de repente se abrió una luz de esperanza a través de situaciones, circunstancias o personas y todo comenzó a cambiar. Dios siempre cumple sus promesas: ´´Yo estaré contigo hasta el fin de los tiempos´´ Mateo 28,16-20.
Ahora bien, tal vez Jesús en el Camino al calvario flaqueó y dudó en seguir adelante, despreciado por muchos, golpeado innumerables veces, calumniado, difamado, traicionado y flagelado desgarraban su piel, sin derecho a protestar ni a decir una palabra. Jesús nos enseña muy bien a seguir insistiendo en nuestros sueños, él tomó la decisión de apostar y creer en la humanidad, sin embargo, la misma gente que lo homenajeaba, fue la misma gente que lo vendió y lo condenó diciendo ¡crucifíquenlo¡ a pesar de toda la desilusión que pudo haber experimentado su respuesta siempre fue el amor, la paz, el perdón y la esperanza; en realidad, de alguna manera todos somos traidores, cuando no somos capaces de perdonar ni perdonarnos, cuando somos indiferentes, ambiciosos, egoístas, chismosos, cizañeros, piedra de tropiezos para los demás, narcisistas, egocéntricos, cuando actuamos de mala fe, cuando somos soberbios, arrogantes y caprichosos, terminamos traicionando nuestros sueños y desilusionando a las personas que nos aman, cuando deberíamos estar al lado de aquellos a quienes amamos. Jesús en la Cruz ha tomado la decisión de perdonarnos y salvarnos, entregando su vida libremente, despojado absolutamente de todo, para finalmente cumplir con su proyecto de vida, sus sueños, su felicidad su anhelo más grande: el Amor por nosotros sin importarle su propia vida ´´Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen´´ Lucas 23,34.
Mis hermanos, por todo lo anterior, quiero expresarles el inmenso valor de nuestras vidas y el gran don inmerecido de nuestra libertad; Jesucristo nos ha comprado para una vida nueva a precio de sangre, se hace pobre en un humilde potrero sin donde recostar la cabeza, rodeado de animales sin Sisbén, Sanitas, Sura, ni siquiera pañales y ninguna asistencia médica; sin embargo, rodeado de su familia, San José, María, los animales, los pastores y los Reyes Magos, es el niño más feliz del universo, de igual manera sus padres experimentaban ese mismo sentimiento. Ahora bien, Dios se hace pobre, para que tu y yo seamos inmensamente ricos, muchas veces nos olvidamos de que tenemos todo para ser feliz, llenándonos de todo lo material, diversiones, placeres, ansias de poder, entre otros; como si hiciéramos de la felicidad una compra y venta de todo lo que creemos que nos satisface, olvidándonos de lo verdaderamente fundamental y esencial de la vida; así como la familia de Nazareth lo descubrió: La felicidad es todo aquello que todo el dinero del mundo no puede comprar y en el fondo ya lo estamos construyendo en el gran tesoro de la familia y la amistad, tal como lo expresa el evangelio: ´´quien encuentra un amigo encuentra un tesoro´´.
Todo lo compartido anteriormente, nos invita a reconocer en las pequeñas cosas, los verdaderos milagros de la vida, hoy es el momento de despertar, de asombrarnos, de liberarnos, de reconciliarnos, de perdonarnos, de tomar decisiones y sumergirnos en un espíritu de contemplación de nuestra propia existencia, comenzar todo lo que nos hemos propuesto sin dejar para mañana lo que podemos hacer hoy y sin echarnos la culpa de un pasado que ya no existe; por eso el alimento más nutritivo que va a sostener todos nuestros proyectos para este nuevo año es nuestra familia, la amistad, el compartir, el amor, la caridad, el perdón, el servicio, la paz, la solidaridad y la justicia. El tiempo es hoy, ahora nos toca a nosotros vivir, continuar y completar la vida de Cristo en todo lo que vamos a emprender de ahora en adelante; que todo lo que hagamos hoy, mañana y siempre sea para darle la Gloria a Dios.
Padre Richard Terán Aguiar
Sacerdote Eudista
Dirección de Pastoral
Seccional Antioquia - Chocó