
Lo que hay detrás de una inmersión social: la experiencia de universitarios en el territorio

Tres estudiantes, tres territorios, una misma lección: servir transforma. Las inmersiones sociales de UNIMINUTO conectan a los universitarios con realidades que despiertan empatía, vocación y compromiso con el país.
UNIMINUTO, como Institución de Educación Superior en Colombia, se ha destacado por promover distintas iniciativas enfocadas en inculcar el ADN del Minuto de Dios: el servicio. Desde 2022, se puso en marcha el programa “Inmersiones Sociales: Con los Pies en la Tierra”, cuyo propósito es brindar a los estudiantes la oportunidad de realizar un trabajo in situ con comunidades en sus territorios. Esto les permite conocer de primera mano sus contextos, necesidades y realidades, convirtiéndose en una experiencia transformadora.
Valentina Vanegas, estudiante de Psicología de la Rectoría Antioquia – Chocó, vivió su experiencia en la Fundación Puente de Soacha, un municipio que colinda con la capital del país. Allí, brindó acompañamiento psicológico a niños en sus procesos de formación, en un contexto donde muchos no tienen acceso a la educación formal. La fundación habilita espacios de aprendizaje y, en medio de sus asesorías, Valentina también lideró talleres psicoeducativos sobre autocuidado del cuerpo, la mente y el espíritu.
Durante su estancia, evidenció cómo problemáticas sociales como la violencia y la falta de recursos se han normalizado. Muchos de los niños solo pueden acceder a un alimento al día gracias a la fundación. Por ello, Valentina destaca haber aprendido sobre resiliencia y agradecimiento, al reconocer que a veces “se vive en una burbuja donde no conocemos las realidades que hay en el país y que son tan cercanas a nosotros”.
Como resultado de su experiencia, creó un videopodcast educativo sobre salud mental infantil.
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Mayerli Trujillo, estudiante de Ingeniería Agroindustrial de la Rectoría Centro Occidente, viajó desde el Valle del Cauca hasta Medellín para realizar su inmersión en Ciudad Don Bosco, un espacio que acoge niños en situación de vulnerabilidad y jóvenes excombatientes —divididos en distintos sectores dentro del lugar—.
En este contexto, Mayerli trabajó en la granja, sensibilizando sobre la prevención del sacrificio de animales y buscando mejorar las condiciones de vida de estos. Realizó un proceso investigativo constante, argumentando con leyes y normativas por qué era necesario implementar ciertos cambios.
Su jornada comenzaba a las seis de la mañana: subía a la finca, revisaba la alimentación de los cerdos, aplicaba medicamentos si estaban enfermos y registraba cada tratamiento. Luego, supervisaba las condiciones de otros animales como gallinas.
Más allá de lo técnico, Mayerli señala que uno de sus mayores aprendizajes fue desarrollar empatía. Al interactuar con los niños y jóvenes, comprendió que debía ser muy consciente de su escucha y de sus palabras. Su rol profesional y personal se entrelazaban en un escenario donde lo emocional también cobraba protagonismo. Por eso envía un mensaje a sus compañeros de la institución:
Diana Martínez, estudiante de Ingeniería Civil de la Rectoría Bogotá, Cundinamarca y Boyacá, llevó a cabo su inmersión en la Alcaldía de Tuta, Boyacá. Allí apoyó a la Secretaría de Infraestructura en labores como la supervisión y revisión del mejoramiento de vías con la comunidad, la aplicación a convocatorias de entes gubernamentales, verificación de documentación y permisos de intervención, y calificación de procesos contractuales.
Además, participó en un proyecto de mejoramiento de una escuela local, enfocado en embellecer sus instalaciones y construir un camino entre baños y salones, ya que las condiciones climáticas muchas veces impedían el paso de los niños.
El programa “Inmersiones Sociales: Con los Pies en la Tierra” fomenta el “aprender viviendo, sirviendo y sintiendo” en los diversos territorios del país. A través de historias como las de Valentina, Mayerli y Diana, queda en evidencia que los estudiantes no solo aportan desde sus disciplinas, sino que también se transforman como seres humanos al reconocer que el servicio, la empatía y el compromiso social son también parte de su formación profesional.