
El estrés y su impacto en el ritmo de aprendizaje de los jóvenes

Las múltiples presiones sociales, familiares y académicas que enfrentan los jóvenes, están repercutiendo directamente en su ritmo de aprendizaje, según estudios realizados por estudiantes y docentes de UNIMINUTO Seccional Antioquia - Chocó.
La Organización Mundial de la Salud define el estrés como “la epidemia del siglo XXI”, ya que, según los expertos, el frenético estilo de vida que se tiene en la actualidad lleva a que cada vez más personas lo padezcan de manera aguda, afectando sus actividades diarias como el trabajo o el desempeño académico de los estudiantes, tanto universitarios como de educación básica.
Esta problemática despertó el interés de un grupo de estudiantes de la Rectoría Antioquia – Chocó de UNIMINUTO, en su sede de Apartadó, que desarrollaron una investigación titulada “Influencia del Estrés en el Ritmo de Aprendizaje en Adolescentes en Edades entre los 15 y 18 años, Estudiantes del Grado 11 de la Institución Educativa José Joaquín Vélez del Municipio de Apartadó, Antioquia”, que arrojó luces sobre la influencia del estrés académico en el rendimiento de los jóvenes.
La investigación, que hace parte de la Agenda Regional Urabá Antioqueño de UNIMINUTO, permitió identificar que el 89.9% de los estudiantes de grado 11 han experimentado preocupaciones o nerviosismo durante su año escolar, lo que impacta directamente en su rendimiento y su salud mental.
Carlos Iván Benítez, uno de los investigadores del proyecto, señaló que en las observaciones encontraron que algunos estudiantes manifestaban altos niveles de estrés, lo cual incidía directamente en su desempeño académico “En el área física, el 34% de los estudiantes con bajo rendimiento académico reportaron síntomas de estrés casi constantes y el 29% mostró dificultades para concentrarse, especialmente en un entorno donde la ventilación es deficiente y las distracciones frecuentes incrementaban los niveles de ansiedad”. Estos indicadores sugieren que la presión académica y las condiciones del entorno pueden afectar el rendimiento académico de los jóvenes y su bienestar integral.
“Estos jóvenes lidian con presiones sociales, familiares, económicas y académicas que requieren de una serie de recursos cognitivos para manejar el estrés y sostener su rendimiento, lo cual a su vez genera desequilibrios internos que pueden detonar síntomas psicológicos y físicos”, explica la docente Marcela María Morales, quien fue la asesora del trabajo de grado, y quien además, señaló que los estudiantes de Apartadó enfrentan desafíos adicionales como los conflictos familiares, el entorno de inseguridad y las economías ilícitas que caracterizan la región.
Esta investigación, realizada por los estudiantes Carlos Iván Benítez Quejada, Mateo González Marín y María Verónica Velásquez Zapata; propició que la Alcaldía de Apartadó se interesara en realizar posibles acciones para enfrentar esta problemática. Con la presentación de los resultados se impulsó la creación de mesas de diálogo entre docentes y orientadores para plantear estrategias que mitiguen el estrés académico, proponiendo programas de manejo de emociones y de bienestar mental.
“Para generar un cambio significativo, necesitamos un enfoque innovador que vaya más allá de las soluciones habituales. Se necesita un cambio que motive a la comunidad educativa a colaborar de manera activa y sostenida en la promoción de la salud mental de los estudiantes”, indica Carlos Benítez.
La investigación destaca que para mejorar el bienestar y el rendimiento académico es fundamental el apoyo conjunto de docentes, padres y autoridades. Estos hallazgos subrayan la importancia de implementar un programa integral de prevención y manejo del estrés en la comunidad educativa y refuerzan la necesidad de diseñar un entorno de aprendizaje que minimice factores estresantes y favorezca un desarrollo académico saludable y sostenido.