La fraternidad universal desde la mirada de la Fratelli Tutti

El pasado 3 de octubre de 2020 el papa Francisco dio a conocer su tercera encíclica sobre la fraternidad y la amistad social “Fratelli Tutti”. Esta ahonda su reflexión de la realidad social a partir del método ver, juzgar y actuar abordando la cultura que le subyace, como él la ha llamado “la cultura del descarte”.

Cada día la pobreza y la marginalidad son más desbordantes, y el futuro se torna sombrío para el mundo de los “descartados” y la sociedad en general. La pandemia nos ha revelado la fragilidad humana y por ende el de nuestras sociedades donde la vida confluye. Vale decir, que el mundo no solo se ha ido construyendo desde la “indiferencia de las fronteras cerradas geográficamente”, sino también, ideológicas, estructurales y hasta antropológicas. Pero como la vida nos cuida, en el flagelo de la pandemia el ser humano descubre una luz, una esperanza. Se hace necesario “volver a lo auténticamente humano”, a aquello que posibilite la vida, el ser y el trascender de la propia existencia y de la humanidad, una fraternidad universal caracterizada por el “amor hacia los otros” incluida la creación, la casa que nos acoge y hermana, que adecúe y promueva sociedades pensadas desde “una cultura del encuentro”, del cuidado y la inclusión, donde la promoción de la vida en general y la dignidad humana sea el fundamento, en especial de aquellos a los cuales les ha sido vulnerados, por ende implementando los derechos de la madre tierra, solo así será posible la fraternidad universal.

Elizabeth Borda