Democracia, participación y juventud ¿Por qué es importante votar?

Las cifras de la abstención del voto en Colombia, ponen el ejercicio democrático en un panorama desalentador, para quienes a través de este derecho, buscan el desarrollo, crecimiento, innovación, oportunidades y demás temas competentes para el gobierno y en pro de la sociedad. Entender la participación juvenil en este proceso puede abordarse desde varios puntos de vista tales como la incredulidad, el desconocimiento, la poca motivación y el desinterés. Sin embargo, es pertinente conocer la trascendencia de la actividad política vista desde este grupo poblacional, como expresión de sus ideas y necesidades. Así, Camilo Arango Osorno, abogado, especialista en Derecho del Trabajo y la Seguridad Social, magíster en Derecho y Responsable de Construcción de Paz de Comfama, expresó la importancia de la movilización juvenil en las siguientes elecciones ejecutivas. 

¿Cuál es el contexto del panorama democrático en Colombia?

El índice global de democracia que realiza la revista “The Economist", clasifica las democracias del mundo en cuatro categorías: democracias plenas, defectuosas, regímenes híbridos y regímenes autoritarios. Colombia está categorizada en el segundo nivel, como una democracia defectuosa, luego de la evaluación de los cinco criterios que componen el índice (Proceso electoral y pluralismo, funcionamiento del gobierno, participación política, libertades civiles, y cultura política). No se trata de una calificación negativa para el nivel de desarrollo de nuestra democracia, pero si deja planteados algunos retos, particularmente en lo relativo a la cultura política donde hay que hacer mayores esfuerzos de educación y pedagogía.

Es importante tener en cuenta que el panorama colombiano no es diferente del panorama de varios países de la región, donde se evidencia una ruptura entre gobernantes y gobernados. Estamos experimentando unos niveles preocupantes de desconfianza institucional, lo que se traduce en una compleja crisis de representatividad democrática. Chile, Perú, Brasil o México, son escenarios recientes donde la participación ciudadana ha sido una expresión de ello. Eso significa que los ciudadanos están dejando de ver en la participación democrática, un camino para instalar sus agendas y demandas, sus necesidades, inquietudes y propuestas de solución.

En las elecciones del 2014, se presentó una cifra de abstención del 52.6%, o sea, más de la mitad del país, ¿Cómo afecta esto el proceso democrático?

Es una cifra alta de abstención, pero no es nueva en Colombia y no es diferente a los que ocurre en otros escenarios en América Latina en donde el voto es un derecho. Lo cierto es que es un llamado de atención para nosotros como ciudadanos, para las instituciones públicas y privadas.

Hay que seguir haciendo esfuerzos para alentar la mayor participación de las personas en momentos electorales, porque tenemos una democracia dinámica en la que no siempre vamos a estar conformes con el resultado de una elección, pero rápidamente vamos a estar convocados a una nueva. Y debemos hacer mayores esfuerzos de formación y acompañamiento para que la participación democrática no se agote exclusivamente en las elecciones locales o nacionales, sino que se amplíe a más procesos de seguimiento y veeduría a los gobiernos que permitan hacer control y generar en la ciudadanía una sensación de utilidad de participación en dichos procesos.

La Constitución de 1991 amplió la posibilidad de participación democrática más allá del voto, y ahí hay una oportunidad de crecimiento en el interés y confianza de los ciudadanos en sus instituciones.

¿Por qué es importante que los jóvenes participen en los procesos políticos del país?

Los estudios del comportamiento indican que las personas que no votan cuando tienen la oportunidad de hacerlo por primera vez tienen altas probabilidades de no hacerlo en las siguientes oportunidades en su vida. Se pierde el interés, no se cultiva el hábito de la participación. Es por esto que el primer ejercicio de acercamiento al voto es clave para alentar la participación electoral de las personas.

En relación con esta elección presidencial en particular, hay dos consideraciones importantes. La primera es que los jóvenes representan el 25% del potencial electoral del país, por lo tanto, si hay una movilización en las urnas tal como se dio en las calles, la fuerza de los jóvenes indiscutiblemente se verá reflejada en los resultados de la contienda electoral. La segunda, es que en esta oportunidad participarán por primera vez en la elección de un presidente los nativos digitales, una generación de jóvenes para los que las democracias tienen en reto de encontrar nuevas formas de comunicar y conectar con sus causas y propósitos. Es tarea de los candidatos y sus equipos de trabajo, pero también de las instituciones que tenemos el propósito de cuidar la democracia, encontrar esas nuevas formas de alentar la mayor participación juvenil en estas elecciones. Por eso desde Comfama, estamos realizando diversas intervenciones concretas y un ejercicio de comunicación pública que hemos denominado #ParaElegir, con el propósito de alentar la mayor participación a través del voto, especialmente en el público joven.

¿Qué deberían de tener en cuenta los jóvenes, a la hora de elegir un candidato?

Sin duda alguna aquellos elementos que deberían tener en cuenta los jóvenes a la hora de elegir un candidato tienen que ver con que efectivamente represente sus causas, sus intereses, aquello que los moviliza. Por este motivo es tan importante la revisión de los programas de gobierno, los cuáles son las hojas de ruta que permiten identificar cuál es la apuesta que cada candidato y candidata tiene para el país. De igual forma, un elemento indispensable a tener en cuenta a la hora de la elección es poder contar con información clara y veraz.

Nos encontramos en un momento en el que el acceso fácil e inmediato a información por diferentes canales y redes, nos hace más vulnerables a la información falsa. Hay que poner especial atención a las noticias y la propagación de datos falsos que ha sido una de las recientes preocupaciones y que sin duda estarán presentes también en esta época electoral.

Recientemente, se ha visto una gran actividad en movilizaciones sociales, ¿Cuál sería la relación entre este mecanismo de participación y el voto?

Así es, en Colombia hemos afrontado recientemente una ola de movilizaciones sociales que se han detonado por varios descontentos a nivel de país, en ella se ha evidenciado incluso una alta participación de diversos sectores sociales. Sin embargo, de acuerdo con los resultados del reciente índice global de democracia presentado por “The Economist” que mencionaba anteriormente, es posible advertir que Colombia es uno de los países que ha demostrado una amplia disposición a la movilización social, no ha logrado traducir esa inconformidad ciudadana en una mayor participación electoral, en más votación, lo que supone una diferencia con los demás países de América Latina donde si se ha evidenciado una correlación entre movilización social y participación electoral. Esa situación confirma la crisis de representatividad que hay en el sistema electoral colombiano como se mencionó inicialmente y qué tiene que ver con una falta de confianza en institucional. Es muy importante poder ampliar la reflexión y la conversación alrededor de estos mecanismos para buscar la permanencia de las garantías y derechos que constitucional, legal y políticamente hemos reivindicado como ciudadanos.

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¿Cómo un voto puede hacer la diferencia?

En modelos de segunda vuelta electoral, como ocurre en nuestro caso donde se quiere del 50% + un voto para ganar las elecciones presidenciales, cada voto resulta fundamental en la elección. Tenemos una experiencia reciente en el país que nos demuestra que cada voto cuenta. En el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia del año 2016, en donde hubo un porcentaje muy cerrado entre quienes apostaban por el sí y quienes apostaban por el no, (Si 49.8% - No 50.2 es decir, menos de un punto porcentual) demostró que la participación es relevante con cada voto. Este resultado nos advierte la importancia de que las personas hagan explícitos sus deseos y necesidades, puesto que esta experiencia dejó un sinsabor en muchos ciudadanos que dieron por sentado alguno de los dos resultados y finalmente se abstuvieron de participar. Es por esto que el ejercicio electoral como uno de los mecanismos de participación con los que contamos en Colombia es una manera para tramitar por las vías democráticas nuestras causas políticas y éticas en relación con el país que queremos y nos soñamos.