Columna de nuestro rector padre Harold Castilla Devoz | Volver a soñar con un aprendizaje eficaz

Durante la semana pasada y esta que está terminando finalizó el tiempo de vacaciones para muchos niños, jóvenes y adultos que están en el sistema educativo colombiano.

Es decir, que nuevamente se inicia un periodo donde la apuesta educativa se pone a prueba a través de los distintos retos que este sector atraviesa, siendo conscientes de los bajos resultados de calidad que se deben afrontar en pro de los aprendizajes de los estudiantes y del desarrollo social del país, de una reforma educativa que deberá ser aprobada en el legislativo y de una serie de políticas que diferentes formuladores están diseñando para ayudar al sistema a recuperarse y reconstruirse de una manera mejor.

En esta apuesta estamos comprometidos todos los ciudadanos colombianos, especialmente las familias y las instituciones educativas que con su accionar deberán responder de un modo creativo e innovador a todos los diferentes desafíos que se tienen.

De modo particular, es importante ayudar a que el espíritu y la pasión de los maestros se sienta animado y motivado a construir su mejor equipamiento en pro de su servicio heroico de ayudar a sus alumnos en su proyecto integral de formación con la incorporación y apropiación de las competencias y habilidades requeridas para enfrentar un mundo como el que vivimos hoy con sus bondades y vicios. ¿Cómo podemos apoyar a estos maestros para que en cada situación de su realidad estén mejor equipados?

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Una vez más, como lo he expresado en otras de mis columnas, es necesario que les apoyemos de manera integral, valorando su heroísmo en el servicio que prestan en diferentes rincones del país, pero de modo particular, quisiera que los pudiéramos apoyar a través de programas de desarrollo para que se fortalezcan en sus prácticas en el aula. 

Sólo en el aula es donde verdaderamente se sucede el milagro del acto educativo, transformador en el cien por cien de la palabra, sólo allí tiene sentido absoluto esta tarea o servicio que prestamos como maestros.

Se requieren varios componentes para que la propuesta educativa que se propone a los estudiantes del país, en los diferentes niveles de formación, contribuya a una experiencia de aprendizaje significativa y que pueda traducirse en la práctica que se sucede en el aula sea física o virtual.

Se requiere, entonces, de programas de desarrollo para los maestros que se diseñen con sumo cuidado para apoyarles, equiparles, capacitarlos y motivarlos en fortalecer su práctica de un modo significativo.

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Cambiar nunca será fácil dicen los que han profundizado en la gestión estratégica del cambio, porque se requiere el desarrollo de nuevas maneras, formas, hábitos y comportamientos para lograr comprender por qué hay superar las barreras para lograr una nueva manera de aplicar los conceptos pedagógicos como modelos o enfoques y las prácticas didácticas del proceso educativo comprendiendo el qué y el cómo hacerlo.

Es importante mirar de forma holística la acción educativa. Por ello, la relación interdisciplinar del campo educativo, pedagógico y didáctico con las ciencias del comportamiento y la psicología debe aprovecharse para que la propuesta de diseño educativo en los diversos programas ayude a los maestros para que superen las barreras y se traduzcan en aprendizajes de los estudiantes en el aula.

Todas estas líneas de acción en los programas propuestos para los maestros requieren de tiempo para su implementación y, al mismo tiempo, con enfoque de sostenibilidad y aplicación en el futuro de la acción educativa. Por último, es necesario aprender de otras experiencias exitosas en todo el mundo que han innovado para apoyar a los maestros y a la enseñanza eficaz.