
Apropiación Social del Conocimiento: una semilla de transformación comunitaria

Club de Tecnociencias en la presentación de sus prototipos en Tumaco, Nariño
Más de 1.500 colombianos de 235 municipios fortalecieron sus capacidades en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTeI) con impacto positivo en sus comunidades y territorios.
Desde las aulas virtuales hasta los territorios más apartados, el Diplomado en Apropiación Social del Conocimiento con enfoque territorial, una iniciativa conjunta del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y UNIMINUTO ha tejido una red de aprendizaje y acción que está redefiniendo la relación de las comunidades con la ciencia y la tecnología. Líderes comunales, investigadores, docentes y emprendedores, protagonistas de esta experiencia, narran cómo el conocimiento se convierte en la semilla para un futuro más prometedor.
El diplomado reunió a actores clave del tejido social colombiano: Líderes comunitarios, la fuerza motriz de la organización barrial; investigadores ávidos de conectar su saber con las necesidades reales; líderes comunitarios con la visión de un futuro mejor; estudiantes de semilleros, la promesa de la innovación; profesores universitarios y de colegio, los guías del aprendizaje; y emprendedores locales, buscando en la ciencia y la tecnología las herramientas para crecer.
Durante las sesiones teórico-prácticas, estos diversos actores se sumergieron en el análisis de los desafíos en sus territorios. La reflexión colectiva se convirtió en el motor para identificar soluciones innovadoras, donde la ciencia y la tecnología dejaron de ser conceptos abstractos para transformarse en herramientas al servicio de la comunidad.
Kevin Ortega de San Andrés de Tumaco, quien desde el corazón del barrio Nuevo Milenio, lideró el proyecto "Club de Tecnociencias", que se ha convertido en un semillero de vocaciones científicas y de convivencia pacífica para niñas, niños, adolescentes y jóvenes. "Democratizamos conocimientos en electrónica, robótica e IoT, buscando despertar esas vocaciones científicas y contribuir a la convivencia pacífica. Trabajamos también con padres y madres, buscando soluciones a las problemáticas de nuestro territorio. Hoy, los niños nos presentaron prototipos como el basurero inteligente, el sistema de riego automático y el bastón inteligente, cada uno pensado en las necesidades de nuestra comunidad."
Mónica Tose de la Vereda el Altillo en Timbío (Cauca), busca darle un nuevo valor a los residuos plásticos. Desde Asoproal ha impactado a su comunidad en el manejo del reciclaje. "Usualmente consideramos el plástico basura, pero podemos darle un enfoque diferencial y un aprovechamiento más acertado. Nuestro proyecto ha vinculado a muchas personas, incluyendo recicladores. En nuestra sede estamos desarrollando lombricultivo para abono orgánico, cultivo de hortalizas orgánicas y la transformación de plásticos PET y HDP en escobas y otros productos. Incluso los residuos de los recipientes de siembra se aprovechan."
Mauricio Clevel Romero de Tumaco (Nariño): Este docente destaca su proyecto de recolección de residuos sólidos en el Liceo San Andrés. "Concientizamos a nuestros niños, adultos y jóvenes para mitigar la problemática ambiental a través del reciclaje de cartón y plástico. Queremos seguir trabajando en esto, realizando jornadas de embellecimiento y limpieza en barrios como Ciudad 2000. La idea es que el municipio crezca, porque tenemos una gran problemática con los residuos que terminan en el mar, afectando nuestro sustento, la pesca. Invitamos al municipio a unirse a esta propuesta para extenderla a todas las comunidades."
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Johan Andrés Rubio, gestor de Apropiación Social del Conocimiento (ASC) de la Unidad FARO del Parque Científico de Innovación Social de UNIMINUTO, resume el sentir general tras la culminación del diplomado: "La percepción final es altamente satisfactoria. Más del 90% de los participantes reconocen un impacto positivo a nivel personal y profesional, apropiándose significativamente de los contenidos y metodologías. El diplomado fortaleció el trabajo en equipo, el interés por la CTeI en contextos territoriales y la aplicación de los procesos de ASC. Se reconoce su utilidad para transformar realidades colectivas, formulando proyectos con enfoque territorial y estrategias participativas. Esta experiencia no solo fue formativa, sino transformadora, fortaleciendo capacidades locales para el diálogo de saberes y la gestión del conocimiento con impacto social."
Para Rubio, la relevancia del diplomado se magnifica en territorios con acceso limitado a la tecnología: "el diplomado ofreció herramientas conceptuales y metodológicas para entender y aplicar la ASC desde y para contextos locales con débil infraestructura tecnológica. Empoderó a las comunidades en la gestión de sus saberes y necesidades, promoviendo una visión democratizadora del conocimiento, donde incluso en contextos rurales o marginados se reconocen como actores activos en la transformación social."
La iniciativa, según Rubio, se erige como un modelo inspirador para el ecosistema de CTeI:
El diplomado trascendió las barreras geográficas, llegando a 1534 personas de 14 departamentos y 235 municipios a través de su componente virtual. El componente presencial fortaleció a 180 actores territoriales en municipios clave como Riohacha (La Guajira), Tumaco (Nariño), Timbío (Cauca) y San José del Guaviare.
Se espera que estos líderes transformadores integren el enfoque de Apropiación Social del Conocimiento en sus actividades diarias, incorporando la Ciencia, la Tecnología y la Innovación como pilares para construir un futuro más equitativo y sostenible para sus comunidades. El Diplomado ASC no es solo un programa educativo, es una semilla de cambio que florece en cada territorio colombiano.