Como estrategia de aprendizaje es un proceso de búsqueda de nuevo conocimiento caracterizado por la creación del acto in situ, por la innovación de las ideas puestas a prueba, por los métodos rigurosos utilizados en cada caso, por la autocrítica y por la validación y juicio crítico de las partes durante y después de cada acción. En consecuencia, está ligada al pregrado, así como al ejercicio de la docencia investigativa, esto es, a utilizar la investigación en la docencia, tanto para darle aplicación científica, como para familiarizar a los estudiantes con la lógica de la investigación e iniciarlos en su práctica, es decir, para adelantar investigación formativa.

Para los programas es importante promover las posibilidades de progresión educativa y formativa de los estudiantes, una vez logren culminar su proceso formativo o a su vez convirtiéndose en una opción de profesionalización para los graduados de la institución; por tal razón, se definen posibles rutas formativas, que permiten el modelamiento de cadenas de formación entre programas de diferentes niveles o entre programas del mismo campo de conocimiento al interior de la institución o dentro del sistema educativo, permitiendo así la movilidad.

En este sentido, la trayectoria es entendida como la capacidad que tienen las personas de moverse horizontal o verticalmente dentro del sistema educativo, a partir de las diferentes rutas claramente definidas; para nuestro caso en el campo de la investigación. En efecto la trayectoria permite promover el aprendizaje permanente y continuo a través de la consolidación de rutas diferenciadas, que se convierten en oportunidades para los estudiantes y graduados y a su vez un acercamiento a sus posibilidades de transformación de la realidad.