Empezando el taller con un juego para saber que tanto conocimiento tenían estos alumnos al respecto, luego una breve presentación acompañada de una pausa activa con el fin de que estuviera atentos al conocimiento que se les estaba impartiendo.
Finalmente, por medio de mímica los jóvenes debían adivinar qué tipo de falta cometieron y así saber de algún modo si esta presentación fue provechosa. “Esta práctica es muy importante para que los estudiantes que están iniciando su vida académica y los que ya llevan un camino recorrido no olviden y tengan presentes que están en una institución regida por reglas que debemos respetar y asumir”, precisó Lorena Cruz, practicante de Psicología BIP.