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En el voto está el cambio que el país está buscando

En el voto está el cambio que el país está buscando

Conoce en este artículo sobre la importancia y alcance que tiene el voto ciudadano.

Se puede decir que el voto es la decisión soberana de los pueblos que eligen a sus representantes en las instituciones de elección popular; pero sobre todas las cosas es el espacio donde la ciudadanía debe decidir cuál es el modelo de país que desea.  Desde la Grecia antigua, pasando por la revolución francesa, y hasta las democracias liberales actuales; la trascendencia de la elección radica siempre en preguntarnos qué tipo de sociedad somos, hacia dónde queremos llegar; y si el camino que hemos recorrido nos conduce a ella o debemos cambiar la ruta. 

El voto es un proceso consciente y reflexivo, que debe permitirnos estar seguros de cuál es el país que queremos; más allá de los miedos y los odios recalcitrantes que nos han conducido a una larga historia de guerras y conflictos.  Después del estallido social de hace un año, las universidades desarrollaron un ejercicio de construcción colectiva a través del proyecto Hablemos Colombia.  Allí surgieron un gran número de posiciones y de miradas en torno a los que somos como país; y la palabra en la cual coincidimos fue cambio. 

Aportas del proceso electoral que se aproxima, es hora de pensar como ciudadanos en cuál es el cambio que queremos y hacia dónde deseamos llegar como sociedad.  Si bien el voto tiene de un aspecto emotivo y empático alrededor de los candidatos; también es importante tomarnos el tiempo de estudiar las propuestas, para tomar una decisión que una la conciencia y el corazón. 

Es importante saber identificar, eso sí, que si no votamos, estamos dejando que otros tomen las decisiones; las que finalmente tendrán una incidencia indeleble en nuestras vidas y en las de los que amamos o simplemente nos rodean.   

En Colombia los procesos electorales atraen tradicionalmente entre el 40% y el 50% de quienes están habilitados para votar por la Constitución y la ley.  Eso quiere decir que al menos la mitad del país se aparta del certamen electoral; aunque su totalidad se enfrenta a los vientos adversos traídos por estas elecciones. 

Si estamos de acuerdo en el cambio; y añadimos a la fórmula que quienes tradicionalmente han votado no han logrado esa transformación. Nos queda una pregunta ¿De quienes es la responsabilidad de buscar ese viraje tan reclamado por el grueso de la sociedad? La respuesta sin lugar a dudas es el llamado a ese medio país, a esos nuevos ciudadanos, a todos aquellos que se han abstenido de votar, para que le den el empujón que el país necesita para marchar hacia una sociedad que necesita aires de transformación; que es talvez en lo único en que hemos estado de acuerdo realmente en nuestra larga historia republicana. 

De todas maneras, es importante que comprendamos que en el voto no inicia ni termina la participación ciudadana, la cual se extiende a todas luces a los procesos de veeduría en el cumplimiento de los planes de gobierno, que en últimas son la materialización de las promesas.  

Organicémonos, y sea que nuestro proyecto de sociedad sea elegido o no, estemos activos durante el nuevo gobierno para apoyar lo que se deba; y para señalar todo lo que no permita que nuestro país deje atrás la violencia, la desigualdad, la corrupción y tantos males que han sido identificados dentro de esos grandes diálogos nacionales que se han dado en los últimos años. 

Por: 

Robinsson Humberto Mejía
Comunicador Social - Periodista
Candidato a doctor en Comunicaciones
Docente del Programa de Comunicación Social - Periodismo

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