Jóvenes que reverdecen la esperanza

Una opinión sobre la incidencia de los jóvenes en la democracia.

En los países latinoamericanos, ha sido fácil deducir, que un común denominador es la relación de la participación democrática de la juventud, las herramientas cívicas, alternativas, populares, ciudadanas y comunitarias, entre otras, con un vínculo a los movimientos sociales, a la crítica de la sociedad, a la educación y también, al desarrollo social y cultural de las comunidades, y nuestro país no ha sido la excepción a esta regla.

No es un secreto, que muchos de los gobiernos actuales, además del cortoplacismo, la improvisación y la demagogia, utilicen a los jóvenes y a los estudiantes como plataforma política para sus intereses privados, pero no para los comunitarios. Es así, como su politiquería, pringa las agendas y los sueños de este grupo social, con supuesta preocupación, inversión y transformación de la sociedad.

Lo que la juventud no se imaginó, fue que los políticos iban a hacer su -agosto- incluso, en el uso de su futuro, para la consecución de sus metas políticas y no de las públicas, pero además, creando una preocupación por el exterminio de su esperanza, para ganar control social.

Pero esos políticos, -se quedan con los crespos hechos-, cuando los estudiantes y las juventudes se reagendan, se organizan, se cohesionan y se centran, en el aprovechamiento de los pocos o muchos recursos que tienen, en el uso de las nuevas tecnologías, en los jóvenes  profesionales locales, capacitados e interesados en el trabajo y la cohesión social, además con calendarios concretos, ya bien sean lúdicos, académicos o investigativos y actividades comunicativas diseñadas, por todos sus grupos de interés o movimientos sociales en que se alinean, que luchan por transformar las realidades políticas, sociales y económicas, entre otras, de sus cuadras, barrios, comunas y hasta de la ciudad, pero de forma especial en sus universidades, como lo testificó el pasado debate vicepresidencial, celebrado el 28 de abril de 2022, también en el campus verde de UNIMINUTO-Bello.

Por:

John del Río
Estudiante de Comunicación Social - Periodismo
Facultad de Ciencias Humanas y Sociales
Seccional Antioquia - Chocó